Miuccia Prada: el lujo de la contradicción.


Miuccia Prada no es solo una diseñadora: es una figura política, intelectual y cultural que ha redefinido lo que significa el lujo en el siglo XXI. Nacida en una familia acomodada de Milán, con el legado directo del fundador de Prada, su camino parecía claro. Sin embargo, Miuccia lo desafió todo: se doctoró en Ciencias Políticas, se entrenó como mimo en el teatro Piccolo de Milán, militó activamente en el Partido Comunista Italiano y se convirtió en una voz crítica dentro del feminismo setentero.
Y aun así… acabó creando bolsos de nylon de lujo.
Esta aparente contradicción no le incomoda. De hecho, la abraza. En entrevistas ha dicho que “la moda es instantánea, pero puede ser política, puede ser feminista, puede ser inteligente”. Su vida y obra son una coreografía entre el pensamiento crítico y la seducción estética.
Matrimonio y estrategia: el tándem con Patrizio Bertelli.
En 1977, Miuccia conoció a Patrizio Bertelli, un empresario del cuero que cambiaría la historia de la marca. Ella tenía el linaje y la visión artística; él, el instinto comercial. Se casaron en 1988 y, desde entonces, ella se encargó del universo creativo mientras él dirigía las operaciones y la expansión global del negocio.
Juntos convirtieron Prada en un imperio del lujo. Un equilibrio de opuestos que funcionó: ella intelectual, él pragmático. Ella arriesgando en las pasarelas, él negociando adquisiciones y crecimiento estructural.
La revolución del nylon y el nacimiento de Miu Miu.
La primera gran irrupción creativa fue en 1985: una bolsa de nylon negro que desafiaba la noción tradicional del lujo. Ligero, práctico, sin adornos: se convirtió en un ícono. En 1988, Miuccia lanzó su primera colección prêt-à-porter femenina, y en 1993 nació Miu Miu, su segunda línea.
Miu Miu comenzó como un espacio de libertad creativa, más joven, más rebelde, menos preocupada por la perfección. Aunque en los últimos años ha alcanzado estatus de lujo absoluto, sigue reflejando el lado más lúdico y experimental de Miuccia.
Dos mentes, una visión: Raf Simons en Prada.
En 2020, el mundo de la moda se sorprendió con el anuncio: Raf Simons, uno de los diseñadores más respetados de su generación, se unía a Prada como co-director creativo. Por primera vez, una gran casa sería dirigida por dos creativos en igualdad.
La colaboración funcionó. Ambos comparten una sensibilidad artística, un enfoque conceptual y una resistencia al exceso. Desde entonces, las colecciones han ganado fuerza, equilibrio y profundidad. Juntos han explorado nuevas narrativas, especialmente en torno al género, la identidad y la utilidad.
¿El futuro de Prada? Una decisión que mira más allá de la familia.
En 2023, Miuccia y Patrizio nombraron a Andrea Guerra como CEO del grupo. Aunque su hijo, Lorenzo Bertelli, ha demostrado gran talento como director de marketing y sostenibilidad, la familia apostó por una figura externa con experiencia en Luxottica y Eataly para dirigir la fase siguiente de expansión global.
Una decisión estratégica que refleja una visión a largo plazo: no basta con el linaje; hace falta preparación, visión global y gestión de alto nivel.
Versace, bolsos y éxitos recientes.
En 2025, el Grupo Prada adquirió Versace por 1.250 millones de euros. Un golpe de efecto que une a dos de las casas italianas más emblemáticas. Donatella Versace se convierte en embajadora del grupo, mientras que Dario Vitale (anteriormente en Miu Miu) será el nuevo director creativo de Versace.
Al mismo tiempo, Prada continúa acumulando éxitos comerciales: la línea de bolsos de nylon sigue siendo best seller, el bolso Galleria en piel Saffiano se ha convertido en objeto de deseo, y la línea de maquillaje (en colaboración con L’Oréal) ha sido un éxito inesperado entre Millennials y Gen Z.
Incluso los cafés Prada en Harrods y las nuevas colecciones de joyería fina muestran que el grupo sigue innovando sin perder su ADN.
¿Está Miuccia lista para retirarse?
A los 76 años, Miuccia Prada sigue en activo, diseñando, pensando, provocando. Pero el futuro está en juego.
¿Está cerca su jubilación? ¿Podrá Prada seguir creciendo sin perder esa esencia crítica, incómoda y elegante que ella ha tejido durante décadas?
Tal vez la pregunta no sea si Prada sobrevivirá sin Miuccia, sino si la moda seguirá siendo tan fascinante sin ella.
by Diurán Salazar.